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Centro Integral de Transporte de Metro. Madrid

Concurso internacional, 2º Premio

UBICACIÓN
Avenida de Asturias, Madrid

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

En colaboración con
Javier Vera Londoño

 

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Javier Prats Bonet,  Almudena Rodríguez Cózar, Alejandro Rodríguez Fraga, Ángela Franco Fuente, Carlos Arquer Fernández, Diego Quiñones Domínguez

SUPERFICIE
45.000 m2

FECHA CONCURSO
Septiembre 2016

 

MEMORIA

UNA PLAZA Y UN JARDÍN
El solar en el que se situará el nuevo “Centro Integral del Transporte de Metro de Madrid” se encuentra  en una gran pendiente, lo que fue resuelto en su día para albergar las cocheras de reparación de trenes, con una explanación y muros de contención.

Sobre la parcela se sitúa un gran jardín que como un ligero tablero de pendiente continua se acomoda a las calles circundantes en todo su perímetro. Este jardín, situado en una zona altamente densificada de usos y edificaciones, se convertirá en un nuevo pulmón verde para el barrio y en punto de encuentro de vecinos y visitantes, siendo atravesado por los viandantes que crucen la parcela en cualquier dirección.

Este plano inclinado queda fracturado por la plaza interior del conjunto, que situada a la cota de la antigua explanación (723) se convierte en el acceso principal a los diversos usos del programa.

La edificación sobre rasante se ha resuelto en 6 piezas de planta cuadrada. Dispuestos como si de un tablero de ajedrez se tratase, los bloques reafirman su individualidad, al tiempo que reflejan su pertenencia a un orden superior que los jerarquiza.

El fin del proyecto no es otro que el de configurar el lugar. De hecho, se trata de hacer patente una operación que está ya latente en la preexistencia, y que sólo hace falta ordenar. Ciertamente, se requiere del recurso a la razón para procurar la lectura ordenada de los signos formales, y así explotar sus posibilidades espaciales, pero también, se ha procurado explotar la capacidad emotiva del proyecto, de forma que el conjunto resulte significativo en la ciudad.

En términos concretos el proyecto se basa en dos espacios públicos distintos y complementarios: LA PLAZA y EL JARDÍN.

EL JARDÍN de vocación pública al exterior, hacia la ciudad, será un espacio “regalado” a los vecinos. LA PLAZA se concibe como un espacio privado de uso público. Se piensa en una plaza diversa y rica de movimientos, animada por la diversidad de usos, y abierta durante el día, podrá usarse como sala de exposiciones al aire libre, como terraza de la cafetería hacia el exterior, o como ampliación del aforo de las salas polivalentes en ciertos eventos, usando los graderíos exteriores.

Las bases del concurso recogen una estricta normativa en cuanto a las áreas de movimiento sobre y bajo rasante que se ha respetado escrupulosamente. Así mismo, las edificabilidades de cada parcela no exceden  el límite normativo. En la parcela dedicada al centro administrativo, se han consumido los 18.000 m2 edificables, así como en el resto de edificaciones, respondiendo a las superficies pedidas en el programa.

La parcela de propiedad municipal se ha ordenado en consonancia con el resto de la manzana, pero con total independencia de usos y accesos. Se ha dispuesto una sexta pieza de igual planta que las destinadas al CCTM y el Espacio Metro, agotando la edificabilidad de la parcela, que según la normativa vigente es de 2.906 m2. Tendrá acceso desde la calle y desde el aparcamiento subterráneo (también independiente del resto del aparcamiento). El volumen  será de tres plantas respetando la altura hacia la calle de las Magnolias y se retranquea  h/2 del edifico metro, tal y como exige la normativa.

Todo el programa de usos públicos queda bajo el jardín, y se distribuye en torno a la plaza, volcándose hacia ella y participando del carácter lúdico de esta.

Elevando la cubierta ajardinada ligeramente, se consigue iluminar las plantas bajo rasante en todo su perímetro. Además esta elevación permite privatizar sutilmente el jardín, e incluso su cierre durante la noche sin perder su relación abierta con el entorno.

CENTRO TÉCNICO ADMINISTRATIVO
El edificio administrativo protagoniza la imagen del conjunto, y se sitúa sobre la Avenida de Asturias.

Al pensar en un edificio de oficinas es evidente que la repercusión del precio de la fachada sobre el m2 de oficina es un dato que debe balancearse con el bienestar del espacio de trabajo, o lo que es lo mismo con la calidad de luz y de vistas que reciben las zonas de trabajo. Se ha pensado en una solución con cuatro núcleos estructurales, lo que permitirá una planta diáfana e iluminada, sin excesos innecesarios ni sacrificar zonas oscuras.

Dentro de este esquema se despliega un paisaje de oficinas transparente y abierto. Mediante el diseño diáfano del espacio se fomenta la comunicación y la interacción como condiciones básicas del trabajo en grupo.

Una eficaz geometría de la estructura y las instalaciones, permite la perfecta modulación de la planta en las diferentes secciones solicitadas, pudiéndose albergar una o dos secciones por planta o bien una sección en dos plantas unidas por las dobles alturas.

Los vacios, los miradores y las escaleras abiertas, permitirán particularizar cada planta, evitando la monotonía y la desubicación del usuario a lo largo de la torre. Estos puntos fijos en la organización de la planta, funcionan como focos sociales, señalan el tránsito de unas secciones a otras y sirven como lugar de encuentro y relajación.

Se ha favorecido enormemente la circulación vertical por el edificio usando las escaleras, lo que independientemente del gran ahorro energético que supone no usar los ascensores para todos los movimientos, mejora la flexibilidad de uso de las plantas y la interrelación de unas áreas y otras, además de favorecer la relaciones personales. Dobles alturas y escaleras alternan en un juego de vacíos que se asoman unos sobre otros y que harán de este espacio un espectáculo para los visitantes que desde EL JARDÍN o la calle contemplen el ajetreo de las personas yendo y viniendo por estos pasillos.

La piel que envuelve los volúmenes funciona captando la luz y reflejándola con brillos atenuados. Se trata de un conjunto  de reflectores solares, estudiados para un soleamiento controlado que, a su vez, proporciona un juego de colores de apariencia aterciopelada.

En la materialización de la propuesta subyace la idea de rigor y eficacia, apuntalada sobre una geometría sencilla, con la que se pretende racionalizar la construcción y aprovechar los recursos naturales. Se plantea una construcción a base de elementos prefabricados (módulos de fachada, mamparas.) con el objetivo de reducir costes y plazos de ejecución, además de acometer una construcción sostenible desde el punto de vista ecológico. Como elemento diferenciador el edificio será cero emisiones.

Un proyecto innovador para un ciudadano renovado. Un producto industrializado y sostenible con posibilidad de ser individualizado por áreas, un espacio para el desarrollo individual de cada trabajador y un lugar de integración social.

 

 “…A esto ha atendido nuestro esfuerzo y ésta es su razón de ser: poner orden a las cosas. ¿Y si además la armonía corona nuestro esfuerzo?”

(Le Corbusier)