Nueva Biblioteca de Humanidades La Sapienza. Concurso internacional.

UBICACIÓN
Roma, Italia

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Raquel Ruiz García, Eva López Lendínez, Raquel García Moreno, Virginia Bringas Beranek, Enrique Ibáñez de Pablo, José Antonio Fuentes Flores; Mónica Encinas

INFOGRAFÍAS / INFOGRAPHICS
Drama (Fran Mateos, Eloy Noriega, Pablo Jiménez)

PROMOTOR / CLIENT
Universidad de La Sapienza de Roma

SUPERFICIE
5.189,41 m²

FECHA CONCURSO
Febrero 2021

MEMORIA

La biblioteca, es el mejor de los tesoros que contiene la universidad. Es seguramente, el bien común más preciado por la comunidad. Debe ser concebida por los usuarios como un lugar de crecimiento personal y un espacio de participación social, y no como un lugar simbólicamente sagrado donde sólo se guardan los libros.

Al abordar el proyecto esta idea se ha utilizado para descontextualizar, y a la vez presentar, la nueva biblioteca de la universidad hacia la ciudad, no solo como un elemento más en el conjunto de la universidad, sino como un nexo de esta con el borde urbano en el que se ubica.

Una pieza opaca, tranquila, silenciosa, que flota sobre una planta baja permeable y urbana, que ofrecerá espacios, para la interacción y el intercambio social, para estudiar y aprender, para la tranquilidad y la introspección, para defender la función cívica única que las bibliotecas públicas ofrecen hoy en día.

La biblioteca se convierte en el intercambiador entre interior y exterior de la universidad, lo que obliga al edificio a responder a las dos situaciones entre las que se encuentra: La ciudad y la universidad.

La integración en ambos ámbitos se produce aprovechando los elementos que preexisten sobre la parcela.

La parcela sobre la que se desarrollará la futura biblioteca de las letras de la universidad de la Sapienza, ha sido desde siempre utilizada como patio trasero donde se han ido, albergando diferentes usos residuales o de servicio, siendo obligado recuperar este lugar, dotándolo de la significación y protagonismo necesarios para su nuevo destino.

Se trata de un espacio límite del campus, lo que se ha utilizado como oportunidad para revalorizar también este extremo de la universidad. La biblioteca se abre a la ciudad, permitiéndose el acceso, no sólo a la sala de lectura 24 horas, sino a todo el conjunto y al resto de edificios de la universidad, lo que convertirá al edificio en una referencia para todos los estudiantes del campus.

El proyecto se ha resuelto con una composición clásica: Basamento y edificación, donde el basamento se extiende sobre la totalidad de la parcela, apoyando un plano horizontal, a la altura del cerramiento, sobre el cual se sitúa la edificación en dos piezas cubicas de distinto tamaño.

Mientras la edificación contiene todos los espacios dedicados al uso principal, lectura y custodia de los libros, el basamento se usa para ordenar la circulación y el espacio público en este extremo de la universidad.

El Basamento

La operación es bastante simple, y no pretende otra cosa que ordenar y configurar el lugar, aprovechado las condiciones que de forma latente ya existían. El muro de ladrillo que cierra la universidad, mudo y sin protagonismo, se ve revalorizado al convertirse en la verdadera fachada de la nueva biblioteca, en su contacto con la trama urbana, integrando los edificios de cogeneradores y el ala de aulas del edificio de ortopedia, que tienen su misma altura.

Apoyado en esta cota, un plano tenso soporta una terraza jardín bajo la cual discurre toda la planta baja y conforma el basamento.

El proyecto ubica las actividades más animadas en la planta baja, pasando gradualmente a áreas de estudio más tranquilas en el nivel superior, en un gradiente que transcurre desde lo más ajetreado a lo más sereno.
Esta planta zócalo se abre o cierra, atendiendo en cada extremo a distintas condiciones. Hacia la universidad se gira para mostrase como fachada de la nueva biblioteca, a la ciudad se abre como nueva puerta del campus, y en su interior contiene el gran patio que articula el tránsito de un lugar a otro.
Toda la planta baja queda organizada en torno a este patio cuadrado, sobre el que se vuelcan todos los usos públicos del programa y que a su vez, resuelve la diferencia de cota existente entre la universidad y la ciudad (1,7 m.). El proyecto aprovecha, este desnivel para diferenciar los usos más ligados a la universidad, a la cota más baja, de aquellos más públicos y abiertos a la ciudad.

La naturaleza ha producido desde siempre una emoción en el hombre que le acerca a la contemplación y la meditación. Los lugares sagrados, así como los espacios de relación, fueron siempre lugares fuertemente marcados por la presencia de accidentes naturales, cascadas, grutas o grandes ejemplares arbóreos.

Nuestro proyecto trata de utilizar esta conexión antropológica con la naturaleza, introduciendo un gran jardín sobre la cubierta del basamento que servirá de espacio abierto de lectura y que permitirá la integración de los dos volúmenes edificados en un solo conjunto.

Funcionalmente, la sala de lectura 24h tiene acceso desde fuera de la universidad, pudiendo independizar su horario de funcionamiento del resto del campus, así como ocurre con el salón de actos, que puede ser usado de forma independiente e incluso en días festivos.

La Edificación

En las plantas altas, apoyadas sobre el jardín, se encuentra la gran sala de lectura desarrollada en altura, alrededor del espacio que contiene el resto de los servicios de la biblioteca. La sala de lectura proporciona un espacio para el estudio concentrado y la inspiración, con sus dobles alturas y sus visuales entre unos espacios y otros.

Este espacio estará trabado por medio de la luz, que a diferentes horas del día y tamizado por la celosía de la fachada bañará el interior de la sala de lectura, mezclándose con el silencio de la sala.

A su vez, todos los servicios de la biblioteca orbitan entorno al depósito visitable, desde el que se pueden consultar aquellos volúmenes más solicitados, o incluso pedir aquellos que, desde el depósito robotizado escondido en el sótano, llegarán hasta las manos del usuario que así lo precise.

En resumen, el proyecto soluciona una situación urbanísticamente compleja al tiempo que consigue un funcionamiento perfecto para el uso para el que se ha concebido.

Envolvente

Se ha pensado en una fachada ligera, que permite que exista un contacto visual con el entorno, de modo que, en las plantas bajas, donde la actividad tendrá un mayor movimiento en zonas de vestíbulo, cafetería, salón de actos, etc, se ha dispuesto una fachada compuesta por grandes paños de vidrio sin juntas en vertical que amplía visualmente el espacio interior hacia el exterior.

En las plantas altas, la fachada está compuesta por un cerramiento de carpintería de acero con rotura de puente térmico (RPT) y una celosía de piezas cerámicas que filtrarán la luz natural hacia el interior y que absorben parte de la radiación solar, contribuyendo así a la sostenibilidad del edificio. Estas piezas, combinadas en partes con zonas ciegas irán adaptando la fachada a las distintas situaciones que se dan en el interior del edificio sin modificar la solución constructiva, presentando hacia el exterior una imagen serena y tranquila como se espera de una biblioteca.

La solución incorpora el ladrillo como parte de la tradición de la arquitectura romana y en especial del entorno del campus de la Sapienza, reinterpretando y modernizando el sistema constructivo, pero conservando la sobriedad y el rigor que históricamente ha ofrecido este material.

La luz natural penetrará en el interior de edificio de manera controlada, creando un juego de luces y sombras que enriquecen y dan continuidad al espacio de la sala de lectura.

El sistema constructivo es muy sencillo, se dispone una malla de cables de acero suspendidos de la estructura portante del edificio, a la que se ancla un mosaico de piezas cerámicas formando la celosía.