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Concurso Internacional para la construcción del Museo Sara Hildén

 

 

Concurso internacional. Premio Accésit

 

UBICACIÓN
Tampere, Finlandia

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Raquel Ruiz García, Eva López Lendínez, Raquel García Moreno, Virginia Bringas Beranek, Enrique Ibáñez de Pablo, José Antonio Fuentes Flores; Mónica Encinas

INFOGRAFÍAS / INFOGRAPHICS
Drama (Fran Mateos, Eloy Noriega, Pablo Jiménez)

PROMOTOR / CLIENT
Sara Hildén Foundation

SUPERFICIE
5.118 m2

FECHA CONCURSO
Diciembre 2020

 

MEMORIA

Frente a los modernos contenedores de arte en que se han convertido los museos modernos, defendemos un acercamiento al concepto museístico más clásico, basado en la sucesión de salones de exposición de cuidada proporción. La suma de esta unidad expositiva básica de 127m2, constituye, como punto de partida, el volumen total del edificio.

El sentido arquitectónico, descansa tanto en la propuesta espacial, como en su interpretación del espacio urbano en que se ubica, determinado por un lado por la axialidad de la calle Finlaysoninkatu que vertebra la edificación a lo largo de su trazado y por otro, por la frontalidad que confiere al lugar la condición de borde frente al parque Wilhelm von Nottbeck.

La idea que origina el proyecto se expresa en el espacio vacío generado por el desplazamiento de los volúmenes que configuran el conjunto, que recorre el edificio longitudinalmente, de arriba a abajo, expandiéndose y comprimiéndose por los diferentes niveles, favoreciendo la entrada de luz y vistas sobre el Fynlayson palace.

Este vacío es el protagonista de la propuesta, y estructura y organiza el espacio expositivo a su alrededor, al tiempo que se convierte en la imagen que guardarán en su memoria los visitantes de su paso por el museo.
En la esquina con la calle Kuninkaankatu, se genera una plaza de acceso vinculada, visual y espacialmente, con el interior del museo y el gran ventanal hacia el parque a través del espacio vacío en el que se desarrollan los usos comunes: recepción, cafetería, guardarropa, y el resto de usos didácticos.

Cada sala puede independizarse del resto, de forma que puedan ser visitadas entrando en cada una desde el vestíbulo, o bien recorrerlas pasando de una a otra, dependiendo de lo que se necesite en cada momento: una sola exposición, varias, colección permanente, temporal, etc…
La luz natural se ha controlado en el interior de estas salas, para que todas tengan la misma iluminación cenital, y esta sea fácilmente regulable.
Si bien todas las salas tienen la misma superficie, existen diferencias que les dan carácter individual a cada una de ellas. En la planta primera tienen 4,5 m de altura libre, mientras que en la segunda tienen 6m. Las situadas en ambos extremos disponen de tabiques móviles, para poder ser unidas entre sí, formando espacios mayores, y por último la situada sobre la plaza de acceso, tiene doble altura y esta asomada al exterior a través de un gran ventanal, que será el mejor cartel anunciador del nuevo museo.

El color del edificio, pensado en cerámica esmaltada, jugará con el reflejo de los colores de su alrededor, dándole una apariencia aterciopelada, que contrastará con el entorno natural en todas las estaciones del año.

La propuesta pretende moverse en equilibrio por el fino filo entre el necesario carácter público de un museo y la intimidad y serenidad de los espacios interiores, entre las referencias a la arquitectura intemporal y la elegancia de las soluciones constructivas del lenguaje moderno, para conseguir una imagen integradora serena y representativa del espíritu del Sara Hildén Art Museum.