Concurso para Edificio Administrativo en Padre Damián 52, Madrid.

Concurso internacional restringido

UBICACIÓN
Madrid

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Raquel Ruiz García, Eva López Lendínez, Raquel García Moreno, Virginia Bringas Beranek, José Antonio Fuentes Flores; Mónica Encinas

INFOGRAFÍAS / INFOGRAPHICS
Drama (Fran Mateos, Eloy Noriega, Pablo Jiménez)

PROMOTOR / CLIENT
Ministerio de Hacienda

SUPERFICIE
75.000m²

FECHA CONCURSO
Septiembre 2021

Memoria descriptiva

La parcela de la calle Padre Damián 52 supone desde hace muchos años, una herida en la trama urbana de la ciudad, que queda desdibujada en un vacío que se prolonga más allá del límite de la parcela, componiendo un lugar desordenado, “desangelado”. Con la vocación de servicio público que debe tener un edificio administrativo como este, el proyecto se plantea para recomponer y rehabilitar el espacio vacío de la ciudad, es decir el espacio público, mediante una operación que da sentido al contexto urbano en el que se insertará el nuevo edificio.
En términos concretos, el proyecto plantea ordenar la edificación entorno a una plaza prolongación del retranqueo de la edificación al otro lado de la calle Padre Damián, conformando un nuevo espacio público que permite al edificio presentarse a la ciudad con la distancia debida, retranqueando la entrada principal respecto de la calle. Al tiempo la edificación recompone la esquina con la calle Fray Bernardino Sahagún, cerrando por fin la plaza frente al Colegio de Nuestra Señora de la Consolación, y resolviendo la perspectiva desde el norte de la calle Padre Damián.

Fórmula VS forma
Conceptualmente el proyecto se resuelve mediante dos contenedores de oficinas de planta eficaz y flexible que, dispuestos sobre la parcela como si de un tablero de ajedrez se tratase, aceptan los límites físicos y normativos del solar que ocupan, para reafirman su individualidad al tiempo que reflejan su pertenencia a un orden superior que los jerarquiza.
Los dos contenedores se ven alterados por la forma y las condiciones urbanísticas de la parcela, quedando “cortados” tanto en planta como en sección. En planta para acomodarse a la forma triangular de la parcela, respetando los retranqueos y la separación obligatoria entre volúmenes. En sección para cumplir con la altura permitida por la norma según la formula Altura(H)=2*Retranqueo(R), (art.8.5.6. Posición de la edificación del PGOUM), es decir reduciendo su altura a medida que el edificio se acerca a los frentes de parcela. La forma resultante, es pues resultado de una fórmula.

El umbráculo y la plaza
Con los dos volúmenes de oficinas así conformados, el proyecto se resuelve mediante dos operaciones clásicas, una plaza y un umbráculo.
La plaza se concibe como un espacio privado de uso público que resuelve el desnivel existente entre las calles que circundan la parcela, estableciendo una cota de nivelación para todo el proyecto, alrededor de la cual se ordenan los distintos volúmenes que forman el conjunto. Se piensa en una plaza diversa y rica de movimientos que, animada por la diversidad de usos, podrá usarse como punto de encuentro y relax de trabajadores y visitantes, como sala de exposiciones al aire libre, o como terraza de la cafetería abierta hacia el exterior.
Recogiendo los volúmenes de oficinas, el umbráculo se presenta como un zócalo de dos plantas que unifica el conjunto, y se abre sobre la plaza. El umbráculo protagoniza el espacio público, prolongando hacia su interior el ambiente de la plaza y confiriendo a la planta baja un carácter representativo, en el que se desarrolla el vestíbulo general.
Este vestíbulo entra en el edificio provocando un espacio en doble altura bajo el umbráculo, en un juego de llenos y vacíos que se asoman unos sobre otros y que harán de este espacio el recuerdo que guarden en su memoria los visitantes de su paso por el edificio.