Info


Instituto de Enseñanza Secundaria en Villaquilambre

 

 

Concurso.

 

UBICACIÓN
Villaquilambre, León

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Raquel Ruiz García, Raquel García Moreno; Mónica Encinas

INFOGRAFÍAS / INFOGRAPHICS
Drama (Fran Mateos, Eloy Noriega, Pablo Jiménez)

PROMOTOR / CLIENT
Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León

SUPERFICIE
5.796 m²

FECHA CONCURSO
Febrero 2023

 

MEMORIA

El nuevo instituto de Villaquilambre se sitúa en un área de futura urbanización que, por el momento, se encuentra en una situación de muy baja densidad edificada. El edificio se plantea con la necesidad de dar solución por un lado a la actual situación de la parcela, aislada, fuera de la trama urbana, rodeada de amplias zonas abiertas al paisaje, y por otro a una situación futura, aunque seguramente lejana, en la que la parcela se encuentre rodeada de edificación, en un entorno urbanizado y formando parte de una trama de mucha mayor densidad.

Por este motivo el edificio responde a su situación aislada ubicándose en el centro de la parcela, dejando espacio libre a ambos lados del edificio, para que este no pierda su carácter abierto al exterior, muy positivo para la actividad docente, y que la futura edificación a su alrededor se mantenga a la suficiente distancia. ESQUEMA. Por otro lado, el edificio tiene en cuenta su futura condición urbana, ofreciendo su alzado principal a la calle, y formalizando la futura alineación, en un gesto claramente urbano en el que el acceso al edificio es por su puerta principal directamente al vestíbulo, lo que enfatiza el carácter necesariamente institucional y representativo que un instituto debe tener.

Huyendo de un edificio en tres plantas, más propio de un lugar de alta densidad edificatoria, el edificio se ordena en dos, reforzando el contacto con el terreno, con el paisaje y con las vistas al horizonte, siendo la planta baja la que albergará los usos más públicos y la alta la que se reserva para las aulas de uso diario.

El proyecto desarrolla el programa funcional usando una disposición en “tapiz”, basado en la horizontalidad, la repetición formal y modularidad como mecanismos de articulación espacial de la propuesta. El programa de aulas se desarrolla en bandas paralelas sobre una trama que ordena pasillos, aulas y espacios de relación, atravesada por la luz que entra desde los patios y terrazas que dan alegría y carácter al edificio.

Las aulas se ordenan formando una dupla “aula-terraza” funcionando como un conjunto dentro-fuera, que encuentra en estos espacios complementarios el lugar idóneo para la enseñanza en comunidad, donde desarrollar la convivencia y la experiencia compartida. Estas terrazas, una por cada dos aulas, podrán usarse como lugar de descanso de la actividad docente , o incluso como un aula más en periodos como el de la reciente pandemia del Covid-19, o simplemente en días de buen clima.

El resto de dependencias, de diversa funcionalidad, encuentran su acomodo en la trama de manera jerárquica y eficaz, quedando el conjunto ordenado por un sistema de circulación especialmente expresivo, por lo diverso de su configuración, abriéndose a los patios para albergar la espera de los alumnos en los cambios de clase, y cruzando hasta el gimnasio sobre el que se vuelca en planta alta para poder asomarse a su interior.

El gran porche de entrada se prolonga bajo el primero de los patios transversales, dando paso a un gran vestíbulo que distribuye el tránsito de los alumnos y profesores hacia el interior. El vestíbulo queda iluminado cenitalmente desde este patio, acompañando el ascenso de la gran escalera que protagoniza este espacio. Subiendo y bajando, haciendo corrillos, o asomados sobre la barandilla de la doble altura, los alumnos respirarán el ambiente estudiantil que el edificio trasmite desde el inicio.

La orientación norte-sur de todas las aulas, es una condición inherente a la configuración del proyecto.
Todas las aulas reciben iluminación por su izquierda, y todas ellas desde el norte o el sur. La sección del aula permite la entrada de una luz indirecta por la parte superior, para garantizar que esta llega hasta el fondo de la clase, consiguiéndose una iluminación constante y uniforme durante todas las horas del día.

Se ha resuelto el edificio con cubiertas inclinadas tal como recomienda el CTE, en la zona de León, para no superar cargas excesivas (mayores a 0.6kn/m2). El juego de cubiertas inclinadas de todo el edificio resuelve además la iluminación de los pasillos en toda su longitud, siendo su expresividad formal una señal de identidad de la propuesta.

El gimnasio ocupa la última de las bandas del edificio. El volumen en doble altura queda integrado en el conjunto, al tiempo que funciona de forma independiente.

La biblioteca se sitúa bajo el porche de la fachada principal, con acceso independiente, de forma que pueda ser usada fuera del horario lectivo, por lo que se ha dotado de aseos propios. Por la noche, al irse apagando paulatinamente el edificio, la biblioteca permanecerá como la última luz en apagarse, iluminando el acceso y convirtiendo este espacio en protagonista de las últimas horas del día.

La administración se agrupa en un ala junto con los departamentos de profesores. Una escalera de uso específico del profesorado permite la comunicación directa con las aulas, de forma que pueda privatizarse este área por motivos funcionales o de seguridad.

La planta baja queda dividida por el último patio, independizado el gimnasio, y permitiendo que los patios de recreo y deportes queden comunicados a través de los porches sobre los que se vuelcan la sala polivalente, el gimnasio, y la posible cafetería, que podría dar servicio al exterior sin necesidad de entrar en el edificio.

El edificio planteado permite disponer una estructura regular y sencilla, con un coste muy ajustado y unas condiciones de ejecución muy favorables.