Concurso internacional

UBICACIÓN
Dessau, Alemania

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Javier Prats Bonet, Ana Paula Rodríguez Cabañas, Almudena Rodríguez Cózar, Alejandro Rodríguez Fraga, Vanessa Poncio Castro

SUPERFICIE
3.850 m²

FECHA CONCURSO
Abril 2015

MEMORIA

Como si de una caja de joyas se tratara, emerge del césped un cubo que guarda en su interior una pieza más de la colección, el museo que contendrá la colección permanente de la Bauhaus se albergará en su urna. Todos los objetos se mostrarán en su urna, cobrando así un valor mas allá de aquel para el que fueron concebidos, y convirtiéndose en piezas de colección.

La zona donde se ubicará el nuevo museo, es un lugar con una fuerte impronta en el recuerdo de los habitantes de Dessau, con lo que la actuación pretende ser respetuosa e integradora con su entorno.

El edificio se coloca alineado con la Ratgasse y la confluencia teórica de esta con la Antonietestr, recuperando la alineación primitiva del palacio. Esta situación permite la aparición de una plaza que acogerá a los visitantes del museo y que genera el espacio necesario para contemplar el edificio como una pieza más de la colección. El edificio se concibe pues como un edificio dentro de otro, un museo contenedor de urnas,  dentro de otra urna.

El proyecto plantea una trama regular de 1.35 x 1.35 m, sobe esta retícula se construye un cuadrado perfecto de 54 m de lado, al que se le sustraen una serie de cubos de 10.80 x 10.80 m, con lo que se provoca la aparición de los patios alrededor de los cuales orbita todo el programa y sobre los que descansa el volumen principal del museo.

La propuesta trata de resolver en una imagen sencilla un programa complejo y diverso. Un gran volumen y sin embargo un fino tablero, un paseo por el museo pero también un lugar de descanso, un lugar de trabajo que aparece como un ocioso jardín. El edificio ofrece una clara ordenación de los distintos usos, circulaciones y orientaciones, que sin embargo no evidencia. Los patios sustraídos parecen querer salirse de la envolvente, a veces deformando y abriendo la piel del edificio para provocar el acceso o la terraza de la cafetería y otras consiguiéndolo y colonizando estratégicamente el espacio exterior. En estos pequeños volúmenes se plantea albergar espacios de exposición exterior, aseos y una Info-Box que expondrá a los vecinos el proyecto del futuro museo.

Aunque el edificio sea fundamentalmente un museo, también es un edifico complejo del que surgen innumerables programas. Se propone un tratamiento equilibrado de estas funciones dentro del conjunto, pero dando también a cada una la distancia apropiada para conservar su singularidad. Se prepara un tablero flexible, roto por múltiples pasajes, perspectivas y recorridos que satisface los objetivos individuales de residentes, visitantes y empleados.

Se ordena el programa en dos plantas. La planta superior se destina únicamente a la exposición permanente, mientras que la planta baja albergará el resto de usos: Exposiciones temporales, pädagogie, tienda, cafetería, etc.

Si bien la planta alta se organiza como una galería oscura, continua alrededor de los patios y de la gran terraza de exposiciones al aire libre, en la planta baja la sala de exposiciones ocupa el centro, quedando delimitada por los patios que iluminan el vestíbulo. Este, discurre entre experiencias contrastantes de lleno y vacio, estático y dinámico, centrípeto y centrífugo….

La carga y descarga, comunica directamente y a nivel con las exposiciones temporales y por medio de un ascensor con la sala de exposiciones permanentes en planta alta y con la zona de almacenes en el sótano.

En caso de que la sala de exposiciones temporales necesite su ampliación, se ha colocado una escalera que comunica esta sala con la planta superior pudiendo aumentar su superficie hasta 1.000 m2, sin restar operatividad ni independencia al museo.

La propuesta pretende moverse en equilibrio por el fino filo entre el necesario carácter público de un museo y la intimidad y serenidad de los espacios interiores, entre las referencias a la arquitectura intemporal y la elegancia de las soluciones constructivas del lenguaje moderno, para conseguir una imagen integradora serena y representativa del espíritu de la Bauhaus.