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Ampliación Terminal de Aeropuerto. Gran Canaria

 

 

Concurso.

UBICACIÓN
Gran Canaria

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES
Mª Concepción Calvo, Carlos de las Heras, Arturo Fernández, Ingrid Halbach, Marta Fernández

SUPERFICIE
57.500 m2

FECHA CONCURSO
Marzo 2006

 

MEMORIA

Implantación
El valor más importante de cualquier edificio es su ubicación en el lugar, tener en cuenta sus raíces vernáculas, su orientación, el entorno que le rodea, y, desde el punto de vista sociológico el tipo de usuario que va a utilizarlo. Por tanto, la implantación del edificio en el terreno, la apertura de huecos, la transparencia o no de la fachada y el conjunto de sus materiales tendrá que dar respuesta al sitio donde nos encontramos.

Nos ha preocupado desde el principio el carácter bioclimático de su arquitectura y la sostenibilidad de la misma. Preferimos aclimatar los edificios en vez de climatizarlos en exceso. Obligatoriamente tenemos que proteger la fachada principal del fuerte soleamiento, ya que su orientación es Oeste, y es, por tanto, la más castigada.

Grandes lamas a modo de damero cubrirán la totalidad de la fachada, pasando incluso por delante del muro-cortina actual, protegiéndola climatológicamente y buscando la imagen unitaria que debe tener cualquier aeropuerto.

El pasajero de salida, desde el área de embarque, observará el campo de vuelo, con la presencia del mar al fondo. Por otro lado, los pasajeros en llegada verán la fachada de la terminal, orientada al Este, iluminada en las primeras horas de la mañana, e igualmente protegidas mediante bandas longitudinales a modo de viseras, pero permitiendo ver la vida de los usuarios del aeropuerto en sus distintas plantas totalmente transparentes.

Las dos fachadas Norte y Sur se tratarán con la dignidad que requiere el edificio.

Desarrollo del proyecto
Dos premisas fundamentales han marcado las directrices del proyecto: por un lado, la utilización al máximo de la luz natural y, por otro, la claridad de usos y circulaciones, de manera que el pasajero no tenga la más mínima duda con respecto a su uso y, por tanto, evite las innecesarias pérdidas de tiempo.

En las llegadas, los patios de luz de vegetación y de frescura dividen e iluminan las salas de hipódromos. Tras pasar la aduana, el vestíbulo de llegada y recogida de viajeros se asoma al jardín bioclimático que nos separa del aparcamiento. En las salidas, el pasajero se encontrará igualmente rodeado de patios ajardinados, que permiten ver, desde el vestíbulo de facturación, la transparencia total hacia la zona de las tiendas y el lado aire. Grandes patios, situados estratégicamente, servirán de clara separación de usos, iluminación natural de todo el aeropuerto, además de proporcionar frescor y una cierta alegría, siempre necesarios en este tipo de macroespacios.

Dos plantas: una de salidas y otra de llegadas. Todo el área de facturación en una sola planta, pasante, hacia el dique de salidas, donde se ubican las tiendas. El ancho del edificio es lo suficientemente generoso para poder formar las colas frente a los mostradores de facturación. Desde este vestíbulo de facturación, mediante escaleras mecánicas, junto a los patios, podrá accederse al restaurante situado en una entreplanta superior que se asoma por encima del dique hasta el campo de vuelo con vistas al mar.

En la planta inferior se sitúan todas las llegadas. Bien por remotos o por contacto llegamos a los vestíbulos de control de policía, situados entre los patios de carrillos. Los controles de policía (5) de la planta de llegadas y de salidas se colocan uno sobre otro con un único núcleo, de comunicación vertical de seguridad mediante escaleras y ascensores. Se ha eliminado el techo de las entreplantas de llegadas por contacto, quedando unidas visualmente al dique del lado aire y separadas solamente por un vidrio. Por último, el actual puente se elimina y se crea un vial de acceso sobre el aparcamiento. De esta forma se consiguen suprimir las molestas vibraciones del paso de vehículos.

Se ha seguido en todo las directrices del DISEÑO FUNCIONAL DEL ÁREA TERMINAL DE SEPTIEMBRE DE 2003 que, con la introducción de los patios, los vacíos de comunicación de las plantas, la colocación equidistante de las escaleras mecánicas, los puntos estratégicos de controles, y la situación privilegiada de la zona de restauración se consigue un aeropuerto más vivo, mejor articulado, con más claridad en los flujos y, por último, un edificio más actual por la utilización de luz natural en todos los puntos y por un carácter claramente bioclimático, con un gran ahorro energético y de fácil mantenimiento.

Imagen
Se trata de un edificio con una imagen rotunda, fácilmente recordable, con una identidad clara tanto por la proporción final de su volumen como por el tratamiento de los materiales. Un edificio transparente, dotado de una piel protectora que tamizará y controlará las vistas y el excesivo soleamiento. Queremos que la imagen del conjunto, que resultará después de la ampliación, sea muy singular y con una personalidad distinta de las habituales terminales.

Tanto por la inversión de que se trata, el volumen total de la edificación y la importancia del aeropuerto, creemos que, a pesar de tratarse de una ampliación, debemos dar la imagen aparente de un aeropuerto nuevo, fresco, joven y muy actual.