Concurso restringido. Primer premio

UBICACIÓN
Madrid, España

AUTORES DEL PROYECTO
Gerardo Ayala Hernández
Mateo Ayala Calvo
Marcos Ayala Calvo

COLABORADORES:
Mª Concepción Calvo Campos, Ingrid Halbach, Leticia Roqués Gómez, Sergio Jiménez González, Mª Carmen Pozo Saavedra, Marta Medina García, Alejandro Rodríguez Fraga, Raquel Ruiz García, Daniel Guerra Gomez, Carlos Arquer Fernández, María Barrena, Ana Maestu Menendez; Mónica Encinas

Infografías/Infographics
Drama (Fran Mateos, Eloy Noriega, Pablo Jiménez, Álvaro Martín)

Maqueta / Model
Carlos Espinosa

Estructura / Structural engineering
MC2

Iluminación / Lighting
Ignacio Valero

Fachada / Façade
Enar. Jesús Cerezo

Acústica / Acoustic
Arquifón. Santiago Valero

SUPERFICIE:
52.000 m2

FECHA CONCURSO:
Mayo 2017

FECHA PROYECTO BÁSICO:
Mayo 2018

MEMORIA

El proyecto establece estrategias sobre la parcela alrededor de un nuevo zócalo, que será el corazón de los usos comunes del conjunto. El fin de este zócalo no es otro que el de configurar el lugar. De hecho, se trata de hacer patente una operación que está ya latente en la preexistencia, y que sólo hace falta ordenar. Organizado en diversos volúmenes, el zócalo, permite que descanse sobre él el cuerpo dedicado a las oficinas, al tiempo que resuelve el contacto con la pendiente del terreno a la manera de la “Grecia clásica”.

Las oficinas se albergarán en un edificio singular, lleno de actualidad, de luz, inevitablemente tecnológico, y con una imagen potente, que lo convertirá en un hito.

El zócalo se concibe como un espacio privado de uso público. Se piensa en una plaza diversa y rica de movimientos, volcada a las vistas hacia el norte y los jardines de la parcela. Animada por la diversidad de usos, y abierta durante el día, podrá usarse, como terraza de la cafetería, como mirador al aire libre, o como ampliación de las oficinas hacia el exterior en momentos de buen clima.

Un gran jardín que, como un ligero tapiz en pendiente, se acomoda al zócalo en todo su perímetro, se convertirá en el pulmón verde necesario para el campus, y en punto de encuentro de trabajadores y visitantes, siendo atravesado por los usuarios que crucen la parcela en cualquier dirección.

Desde el acceso de visitas se atravesará la plaza de acceso que desemboca en el vestíbulo, donde quedará integrado el control de accesos y la acogida de visitas. Este vestíbulo se piensa como una prolongación interior del propio zócalo, que entra en el edificio provocando un espacio en doble altura.

UNA OFICINA, MODERNA Y EFICAZ

El nuevo volumen sobre rasante es el resultado de organizar los edificios existentes en un solo cuerpo. Esto nos permite obtener una planta de oficinas perfectamente jerarquizable, versátil, modular y funcional. La ampliación se hace hacia el espacio vacío interior que existe hoy entre los edificios, de forma que la huella del nuevo edificio se minimiza sobre la parcela. Tras descartar cualquier solución que no supusiera la orientación N-S de las oficinas, la planta se ha organizado en dos alas paralelas separadas por 6 patios. Dentro de este esquema se despliega un paisaje de oficinas trasparente y abierto. Mediante el diseño diáfano del espacio se fomenta la comunicación y la interacción como condiciones básicas del trabajo en grupo. Una eficaz geometría de la estructura y las instalaciones permitirá la perfecta modulación de la planta en diferentes secciones. El centro de la planta queda atravesado longitudinalmente por una calle de comunicación que distribuirá el tránsito a lo largo y alto del edificio. Los vacíos, los patios y las escaleras abiertas, permitirán particularizar cada zona, evitando la monotonía y desubicación del usuario a lo largo de la planta. Estos puntos fijos en la organización de la planta, funcionan como focos sociales, señalan el tránsito de unas secciones a otras y sirven como lugar de encuentro y relación.

FACHADA

Al afrontar el proyecto se ha visto con claridad que no es posible recuperar las antiguas fachadas de los edificios existentes. Se plantea una solución de doble fachada de vidrio de suelo a techo, generando una cámara que permite controlar la temperatura en su interior, consiguiéndose una drástica reducción en la transmisión de cargas entre el interior y el exterior, con el consiguiente ahorro energético. La cámara se ha pensado con una protección solar de lamas en su interior que eliminará los deslumbramientos a Este y Oeste según las horas del día, mientras que, al Norte y Sur, tamizará la luz, sin ocultar las vistas. Esta cámara se ha diseñado con un estricto ancho para el buen funcionamiento desde el punto de vista térmico, pero en las fachadas Norte y Sur, se ha sobredimensionado un poco, con el objeto de poder ser utilizada a modo de galería por los ocupantes de las oficinas, que en invierno podrán abrir la ventana a este espacio sin perturbar el funcionamiento térmico-energético del edificio. El doble vidrio además permite combatir los reflejos indeseados sin necesidad de oscurecer el color del vidrio. Bien al contrario, esta cámara permitirá el uso del vidrio extraclaro, completamente transparente sin que ello suponga perdida de prestaciones en la reflexión o transmisión solar de la fachada. La piel junto con las lamas, resultarán en una imagen transparente que trasmitirá los valores de la compañía y proporcionarán un juego de colores aterciopelados durante el día.